30 de Abril de 2025
La reducción de la huella de carbono en el cultivo del arroz es una tarea que requiere el compromiso de toda la cadena productiva. Fedearroz, a través de sus iniciativas y liderazgo, está marcando el camino hacia una agricultura más sostenible y resiliente, empezando con el diagnóstico y la planificación de las labores del cultivo, asegurando de esta forma la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente para las generaciones futuras.
Es importante destacar las inversiones que, desde Fedearroz, con recursos del Fondo Nacional del Arroz, realizamos en esta materia, iniciando con la investigación en la gestión del recurso hídrico. Por medio de esta investigación, se ha detectado que la micronivelación permite el uso de láminas bajas de agua, que, sumado a la intermitencia del riego, disminuye considerablemente las emisiones de gas metano (CH4). De la misma manera, el riego de múltiples entradas (conocido como MIRI) evita excesos en el uso del agua y también mitiga la emisión de gases.
Asimismo, una nutrición eficiente y oportuna, la cual fomentamos a través de los análisis de suelos tanto físicos como químicos, en conjunto con el uso del sistema integrado de fertilización arrocera (SIFA, disponible en nuestra web), permite la aplicación en el momento oportuno utilizando las cantidades necesarias de fertilizantes, mitigando emisiones de óxido nitroso (N2O) y reduciendo significativamente los costos de producción.
El diagnóstico fitosanitario desarrollado por brigadas de nuestros ingenieros en todo el país, en conjunto con el ICA, permite tener umbrales de plagas y enfermedades que permiten a los ingenieros agrónomos de asistencia técnica integral dar mejores recomendaciones para utilizar solamente los productos necesarios para la protección del cultivo y así mitigar la carga química. De igual manera, realizamos una gestión en la reincorporación de los residuos de biomasa, que evita quemas de tamo y otras prácticas nocivas para el medio ambiente, y además permite el aprovechamiento de la materia orgánica, mejorando las propiedades del suelo y favoreciendo el ciclo de los nutrientes, mejorando la productividad.
Estos son solo algunos de los aspectos en los que la inversión efectiva de los recursos del Fondo Nacional del Arroz mejora no solamente la competitividad de los productores, sino que aporta de manera decisiva a la reducción de la huella de carbono y los efectos en el medio ambiente. En este orden de ideas, es fundamental que los productores apliquen las recomendaciones generadas por la investigación y atiendan las recomendaciones de los asistentes técnicos de la Federación, quienes tienen como uno de sus objetivos buscar la sostenibilidad del cultivo.